Hoy finalizamos el curso de senderismo de Buenos Aires y lo hacemos en un espacio privilegiado, en entorno del río Cebollón. 25 rutas y cerca de 350 kilómetros caminados.
El río Cebollón nace de la unión de las aguas aportadas por los barrancos de la Culebra y de las Alfajas (Monticana). Su alumbramiento comienza en la espectacular cascada bajo el puente de la Monticana. Desde aquí discurre durante unos 10 km en dirección NW hasta cerca de la resinera donde se une al vecino río Algar para acabar ambos tributando sus aguas al río Cacín y terminar en el cercano embalse de los Bermejales.
Comenzamos en la Resinera de Fornes (Arenas del Rey, en la cola del Pantano de Bermejales). Pronto cruzamos el puente sobre el río Cacín y nos adentramos en un fresco paraje. En un primer cruce tomamos el de la izquierda, siguiendo el Camino de Jayena a la Cuesta de los Morros; abandonamos el cauce del Cacín para adentrarnos por una ruta que circula entre las aguas del Cebollón y unas altas cárcavas calcáreas.
Tomamos un atajo para ahorrarnos una curva de la pista forestal y alcanzamos otro cruce donde hay un cartel informativo sobre la actividad de los resineros.
En este punto abandonamos el camino principal y tomamos un sendero que por la derecha en suave descenso y tras cruzar una barrera, nos acerca al lecho del Cebollón por los conocidos Prados de Tito. Un poco más adelante aparece la Fuente del Berro.
Seguimos avanzando hasta que llegamos al lecho del río tras dejar a la izquierda una cruz en honor a algún trabajador de la madera muerto en el monte y un aprisco abandonado.
A partir de aquí iremos ascendiendo por los caminos que discurren paralelamente al río. Es una vereda preciosa donde se funde el bosque mediterráneo con el de galería. Llegamos hasta un salto de agua donde almorzamos.
Regresamos por las mismas veredas. Ya solo queda recordar toda la belleza recorrida en las distintas rutas, ya solo queda agradecer todos estos pasos en tan grata compañía.
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