Con el grupo de senderismo Casa de Porras hemos realizado una mágica ruta nocturna de unos 12 kilómetros que nos conduce por el corazón de la Sierra de Huétor. Un paseo para sentir cómo cambia la sierra de noche y comprender el poder hipnótico de la luz lunar.
Nuestro camino comienza junto a la carretera que conduce a la Alfaguara, a 4 kilómetros de Fuente Grande, en Alfacar. Ascendemos por un carril forestal junto al precioso Barranco del Puerto, situado a nuestra izquierda. Seguimos la señalización de las balizas, tomando a la izquierda en el primer cruce que encontramos. Tras aproximadamente 900 metros de recorrido, abandonamos esta vereda para continuar a la derecha por un camino donde el pinar torna en prados abiertos. Aquí encontraremos los restos de una antigua fuente abrevadero y un regato. Estamos en la Alfaguarilla. Nos acercamos a un enorme pino resinero centenario, Pino Gordo.
Dejando atrás a este magnífico árbol, tomamos una vereda a la derecha que se va estrechando al tiempo que serpentea entre pinos, encinas y quejigos. El sol se pone coreado por los cantos de los grillos y poco a poco la noche va reinando en estos parajes.
Proseguimos hasta llegar a un cruce; tomamos la dirección hacia la Cueva del Agua. Por una vereda umbría y pedregosa llegamos al Mirador de la Cueva. Entramos con gran habilidad en la cueva. Dentro llueve, gotas cantarinas que hipnotizan.
Retornamos hasta el transformador que daba electricidad al sanatorio que en breve visitaremos y descendemos hasta rebasar el cruce que tomamos para ascender a este paraje. Nos encontramos con varios sapos corredores que aceleran el paso asustados por las luces de los frontales.
Bajamos hasta llegar a la pista forestal que seguimos unos metros a la izquierda para luego salirnos de ella por una vereda más estrecha a la derecha en dirección a Fuente Fría.
Llegamos así hasta el Monte de Juan o de Fuente Fría, en la llamada Haza del Pino. Lo rodearemos deteniéndonos en el Sanatorio de Tuberculosos de la Alfaguara. Cuando estamos hablando de Berta Wilhelmi la luna apareció sobre los pinos iluminando la fachada del edificio en ruinas.
Para hacer un retrato rápido de esta mujer hay que destacar que a lo largo de su vida, crea y lidera empresas, funda escuelas y bibliotecas, construye un sanatorio para tuberculosos, defiende la igualdad entre hombres y mujeres, promueve y acoge tertulias de intelectuales, funda comedores y colonias escolares y mucho más. Todo esto enmarcado en el final del siglo XIX y principios del XX, rodeada de una sociedad añeja e intransigente.
Nos acercamos por una vereda perdida entre pinos hasta las trincheras del Cerro de la Encina, donde nos perdemos por las galerías y túneles.
Luego, cerramos la circunferencia alrededor del Monte de Juan pasando por Fuente Fréia y bajamos hacia la Alfaguara tomando una vereda que desciende a nuestra derecha. El carril llega hasta una amplia pista forestal que la tomamos en ascenso moderado a la izquierda.
Solo resta continuar por la carretera hasta llegar al punto de inicio del recorrido. Un bonito paseo nocturno en muy grata compañía. Gracias a Gigi por la foto de la luna.
Y esta sería la ruta iluminada por el sol.
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