La Casa García de Viedma en Armilla en la tarde noche de ayer fue territorio barroco. En el contexto de la II Edición del Festival de Jóvenes Intérpretes de Música Clásica, disfrutamos del cuarto concierto dedicado al Barroco Italiano.
Viajamos en el tiempo con una formación frecuente en la música instrumental barroca: violín y bajo continuo; el violonchelo como instrumento grave y el clave para el transcurrir de la armonía.
La violinista María del Mar Blasco se ha formado principalmente en Barcelona y ha colaborado en conjuntos como la Orquesta Barroca de Barcelona, el ensemble La Spagna y es miembro de Ilíber Ensemble y Lodi Mvsicali.
El chelista Héctor Hervás se ha formado entre Granada , Madrid y Utrecht, colaborando con numerosas orquestas y actuando en festivales como el Utrecht Early Music Festival o el Festival de Música y Danza de Granada. Compagina su actividad concertística con la luthería.
Juan Manuel Cisneros ha desarrollado una variada carrera en ámbitos como la improvisación, interpretación y composición en muy diversos estilos, dedicándose más ampliamente a los instrumentos históricos de teclado desde 2013, estudiando entre Países Bajos e Italia. Ha colaborado en ensembles como la Orquesta Barroca de Málaga, el conjunto Ex-tempore Ensemble o la agrupación Tafelmusik Granada de la que también es miembro Héctor Hervás. En esta ocasión toca el clave.
En todos los conciertos de esta edición, la tecla es transversal: tres conciertos con piano, uno con órgano positivo y este con el clavicordio. Y es que no hay duda que estamos tocando la tecla adecuada. Música de excelencia, en un entorno próximo y envolvente, música explicada, música clásica y joven. Y apoyados por un Ayuntamiento, el de Armilla que apuesta por este evento cultural de excelencia.
Los momentos anteriores al concierto de afinación y ensayo tienen una magia al alcance de pocos privilegiados. Disfrutar de algunas notas de los preliminares.
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