Hoy trazamos una ruta por los valles del Genil, una brisa fresca, mil flores de primavera, un barranco sombreado, unas ruinas llenas de historia, gente de gran corazón; La belleza.
Desde Güéjar bajamos a la cola del embalse de Canales y a la Central Eléctrica "Nuevo Castillo". Cruzamos el puente y comenzamos el ascenso subiendo por una carretera asfaltada.
Nos incorporamos al carril que parte a nuestra derecha y continuamos por la vereda que pronto asciende hacia el Cortijo de los Julianes. Aquí es donde se inicia propiamente la ruta hacia el Castillejo que nos conduce, por una respetable pendiente, hasta colocarnos en el Barranco del Castillejo.
Conforme caminamos nos vamos aproximando al arroyo que baja por el barranco hasta que nos encontramos con un sitio fácil por donde cruzarlo. En este punto se encuentra una refrescante fuente; es la llamada Fuente del Tío Perrancano.
Cruzamos al otro lado, atravesando el arroyo, y continuamos en ascenso para dirigirnos hacia el Cerro del Castillo, al que debemos de atacar por su lateral derecho conforme miramos hacia Güéjar Sierra y al imponente Calar, que tenemos justo enfrente.
Llegamos a un verde collado donde observamos una antigua era de piedra y un cruce de veredas: la de la derecha nos eleva en un último impulso hasta los restos del Castillejo y al Mirador en donde se encuentra enclavada una vieja cruz de madera.
Tras descansar en unas praderas donde el artista uso mil colores, retornamos por las mismas veredas completando un recorrido de 9 kilómetros y 350 metros de desnivel acumulado. Y un nivel de belleza al que no podemos atribuir un frío número.
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