Muchas gracias a mi familia de Ciempiés por el cariño regalado.
Mi padre fue un hombre imperfecto que amó a su compañera con un amor tierno y constante, un amor que nos impregnó como una brisa cálida.
Mi padre fue un hombre imperfecto que nos enseñó a soportar el frío y a ser valientes, a sumergirnos de su mano en el mundo de las anémonas y los peces.
Mi padre fue un hombre imperfecto que nos dibujó con una luciérnaga la risa y el miedo, los colmillos del vampiro y la velocidad de las naves espaciales.
Mi padre fue un hombre imperfecto que nos mostró el vuelo de los pájaros y el canto de las ballenas y que es posible la sorpresa y el cuidado
Mi padre fue un hombre imperfecto que amo con vocación incansable su trabajo y por quien supimos que ese amor tiene al final inexplicables recompensas.
Mi padre fue un hombre imperfecto que nos narró historias y nos enseñó a narrar nuestras propias vidas.
Mi padre fue un hombre imperfecto, pero en su urna no hay cenizas si no espuma.
L.E.
2 comentarios:
De tal palo tal astilla. Muchos besos.
Un abrazo
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