sábado, 20 de febrero de 2021

El arroyo de prado Negro y la Acequia del Fardes.

Comenzando a caminar desde la Fuente de los Potros, los senderistas de Casa de Porras hemos realizado una primaveral ruta circular de unos 9 kilómetros con la que penetramos en el sector nororiental del Parque Natural de la Sierra de Huétor.

Pasamos por las Cascadas de Prado Negro, que presumen de un abundante caudal, y por la mágica Acequia del Fardes.

Iniciamos la ruta en el Área Recreativa de la Fuente de los Potros (Las Mimbres).  Avanzamos por la pista asfaltada que conduce a la aldea de Prado Negro, desviándonos a la derecha a unos 200 metros.  La pista de tierra desciende paralela al cauce de un arroyo bordeando el Cerro de la Cueva del Sol, hasta llegar a una chopera ya en territorio del Arroyo de Prado Negro y de la Umbría de los Alcaldes.


Pasamos por la linde de la alameda y, antes de encontrarnos con el arroyo, ascendemos por un sendero rodeados de encunas. Dejamos a la derecha la típica combinación de prado y abrigo convertido en aprisco de pastores.  

Llegamos a los Llanos del Despeñadero. Tras dejar atrás las ruinas de un antiguo cortijo y cruzar un arroyo, nos topamos con el Pilarillo de Manolo el del Molinillo. Chupito de agua por si alivia alguno de nuestros males presentes, pasados o futuros y para delante. Si no tiene efectos milagrosos, por lo menos alivia nuestra sed. 

Tomamos ahora un sendero que asciende zigzagueando en dirección norte en busca de los Tajos del Despeñadero. Al llegar a un nuevo abrigo labrado por el agua y el tiempo en las calizas, bordeamos los tajos por un sendero y descendemos hasta llegar al cauce del Arroyo de Prado Negro. 

Tomamos el sendero hacia la izquierda que nos conduce, pasando por un bonito prado, hasta llegar a la escondida Cascada Grande de Prado Negro. Un poco más abajo vemos otro par de saltos de agua. 

Desandamos nuestros pasos e iniciamos la subida a la aldea de Prado Negro. Seguimos la carretera a la izquierda en dirección oeste y en una curva a izquierdas, justo cuando la carretera pasa sobre el arroyo de Fuente Grande, la abandonamos por una pista que sube suavemente junto al cauce del arroyo hasta la Fuente Grande, un gran nacimiento de agua donde toma el agua la Acequia del Fardes.

Allí hacemos una pausa para zamparnos el bocata, sentir el sol en el rostro y escuchar el murmullo del arroyo. 


Seguimos nuestra andadura por la antigua acequia del Fardes. a lo largo de su recorrido disfrutamos de unas vistas magníficas de esta sierra; relieves superpuestos, diferentes colores y texturas de vegetación y el perfil blanco brillante de Sierra Nevada al fondo. 

Llegamos así a un nuevo abrigo desde el que nos alzamos a la acequia por la que corre un agua cristalina. Ya solo nos resta bajar hasta el área recreativa donde comenzamos esta ruta llena de encantos. 


Gracias por estos pasos compartidos. 

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